LA CUARTA DIMENSIÓN - SINTESIS
CAP.10 – FIN DEL ESPACIO Y EL TIEMPO
Breve
introducción a las enseñanzas de este capítulo.
Los últimos mensajes que llegan de la Ciencia
apuntan que el Universo es una realidad
multidimensional, lo cual es
una
afirmación teórica de
lo más desconcertante
porque la realidad es que ningún cuerpo material, por más que podamos “retorcerlo”, llegará a
tener
más
de tres dimensiones.
Todos los cuerpos materiales con lugar y función en el Universo son tridimensionales, en todos se puede medir el largo, el ancho y el alto. Afirmar que el Espacio tiene más de tres
dimensiones es una fantasía científica.
La multitud de dimensiones que apunta la Ciencia poco tienen que ver con la realidad. Si
bien es
cierto que hay dimensiones Superiores tales dimensiones no están en esta.
Lo cierto es
que
el Universo es
una realidad
de Espacio
y Tiempo.
Sabemos que el
Espacio
tiene tres dimensiones y también sabemos que la Cuarta Dimensión no tiene que ver con el Espacio sino con el Tiempo.
Un cuerpo material sin Tiempo, es un cuerpo de tres dimensiones sin movimiento propio. Un cuerpo sin Tiempo es
un
cuerpo inmóvil, inerte, frío, muerto.
Mientras
el Universo siga
creciendo seguirá ordenándose
hasta
alcanzar
su Perfección final, como hace cualquier
semilla cuyo desarrollo podemos ver en el Espacio.
La lógica que sigue el
desarrollo del Universo es la misma lógica que sigue el desarrollo de
cualquier
semilla, es la misma que sigue el
desarrollo de
un feto
dentro
del vientre materno.
Esto
es, ocupar
un espacio
propio para
mostrarnos su Perfección una vez finalizado su tiempo de gestación.
Si somos observadores podemos anticipar las respuestas que busca la Ciencia cuando se pregunta:
¿Por qué se desarrolla el
Universo?
¿Cuál es el propósito final
de
este desarrollo?
Ya sabemos
que
el Universo se desarrolla para mostrarnos
su perfección
final
y tal perfección se hace
evidente cuando
el orden
de partículas que conforman la materia alcanza la velocidad de la Luz.
La realidad final
del
Espacio es mostrarnos su perfección final, su Luz.
La realidad final del Tiempo es mostrarnos el orden de tal perfección, el “orden de la Luz”
y tal
orden es un “orden de Color”.
Cuando el Espacio y el Tiempo alcanzan
su orden final, veremos la luz invisible que ha
ordenado el
Universo, veremos la Energía
Oscura
que
la Ciencia trata
de explicar,
veremos
la Luz que envuelve la materia y le da su particular movimiento.
Esta Luz es el
Tiempo, el
Alma del
Espacio, veremos el
Alma
de todos los cuerpos
materiales, veremos la luz de nuestra propia Alma.
De otro modo, podemos decir que el fin del Espacio y el Tiempo es el fin del Tiempo de
gestación del Alma.
La Ciencia sabe en
la actualidad que
el Universo se está expandiendo en
todas direcciones a la vez que va aumentando la velocidad de su expansión.
Recordemos que este hecho observado por la Ciencia, la propia Ciencia lo interpreta con tres teorías relevantes y contradictorias.
¡El Universo
dejará de crecer!,
afirman unos.
¡El Universo
seguirá creciendo hasta explosionar!, dicen otros.
¡El Universo terminará por
encogerse hasta su punto
de origen!, dicen otros más.
A la Ciencia le viene a suceder que aún no sospecha la realidad que es
el Universo.
Le sucede
como a tres amigos
que
alardeaban de
ser muy
sabios
mientras iban caminando por una senda y se encontraron de frente con una mujer embarazada cerca de
dar
a luz. Como ninguno de los tres había visto
en su vida una mujer con un vientre tan
voluminoso, se quedaron desconcertados y cada uno dio su propia interpretación de lo que veía.
¡Ese vientre no dejará de crecer! dijo el
primero.
¡Ese vientre terminará por
explotar! dijo el
segundo.
¡Ese vientre terminará por
encogerse! dijo el tercero.
La mujer, que no era primeriza, rompió a reír y en medio de sus risas rompió aguas dando
a luz allí mismo a una niña de perfecta hermosura que dejó atónitos y maravillados a los
tres
amigos.
Igual le sucede a la Ciencia actual que no ha podido ver nunca un Universo al terminar su Tiempo de
Gestación. Pero de
seguro, más pronto
que
tarde,
todos lo veremos y quedaremos más atónitos y maravillados que los tres amigos del
“cuento”.
Y sin embargo, la Ciencia
tiene
pruebas científicas para prever
tal suceso,
desde el
momento que sabe que:
¡El cuarto estado
de la materia es la luz!
La composición de la materia es homogénea en todo el
Universo.
La realidad que representa la materia está formada por un orden de partículas que forman átomos, moviéndose a gran velocidad.
Ello da lugar a dos
hechos
sorprendentes:
-Si las partículas que forman la materia pierden
su velocidad,
la materia que conforman desaparece como desvanecida en la nada.
- Si las partículas que forman la materia siguen ordenándose y cobrando velocidad, como el
propio Universo, es previsible que la materia alcanzará el orden de la Luz.
En el décimo capítulo, desde la página 91 a la 100, el autor nos da pruebas razonables de la veracidad
de las palabras
del
Hijo de Dios y nos recuerda
su Promesa
de
Eternidad, invitándonos a reflexionar
por
nosotros mismos.